La exposición La música callada, curada por Nelson Rivera Rosario, estuvo abierta entre el 5 de septiembre al 10 de diciembre de 2012. El título es tomado de un verso de San Juan de la Cruz. La muestra reunió piezas de la colección permanente del MHAA en las que la música está presente pero, inevitablemente, silente. La exhibición tomó como punto de partida el festín sonoro que tan vigorosamente sugiere El velorio (1893) de Francisco Oller y Cestero, el cual fue rodeado de otras propuestas sonoras/silentes. Los objetos, producidos en diversos periodos de nuestra historia, fueron una invitación a los espectadores a escuchar con los ojos, a observar con los oídos. La exposición incluyó obras de José Campeche, Elizam Escobar, Rafael Tufiño, Lorenzo Homar, Antonio Martorell y José R. Alicea e instrumentos musicales.
La música callada
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